Desde sus estudios cursados en la Escuela de Bellas Artes de Tucumán, y su tránsito por Madrid, Milán y la Escuela Superior de La Cárcoba de Bs. As., Diego Linares nos enseña hoy su obra.

Obra que según sus propias palabras, tiene sus comienzos en New York, producto de un profundo sentimiento de soledad y abandono.",. .fue cuando las mujeres de mi obra, mi lado femenino, se sentían en soledad y dejaron de ver. Con los ojos cerrados, mi soledad tenía que ser apreciada. Esta etapa corresponden a un período de Introspección, con el tiempo fui curando mi mujer interna y logre que esta abriera los ojos y comenzara a sentirse plena".

En la entrevista, el Artista señala que en la exposición Luna en Panamá, conviven lo femenino y lo masculino en armonía.

La obra está compuesta por: "Cabezas": "Los Cuerpos"; "Luces y Sombras"; "Secuencias".

Para el crítico Renato Rita, Diego Linares intenta materializar en la tela el cuerpo del reflejo, lo que sostiene el retorno artificial de la Luz.

"... Creía que el mundo era un monstruo que se comía a los artistas, hasta que entendí que debía reconciliarme con él. Entonces todo cambió, comencé a enriquecerme".

Sebastián López, Crítico reconocido, ve este crecimiento y señala que las obras recientes de Diego Linares detienen la mirada por la dimensión de su presencia, la serialidad que las anima y la intrigante solidez de las imágenes.

En este proyecto, baja el tono de los colores, nos presenta una obra pulcra, exquisita por sus líneas y el clima que su luz nos ofrece. Hay presente una silenciosa relación entre la pintura con la fotografía y el diseño. Es aquí donde nos plantea la imagen en forma distinta, un discurso en tiempo presente.

El crítico, observa que una a una las imágenes se repiten, se "hacen" de nuevo, individualmente. Superando la serialidad de Warhol, mecánica y masiva, engarza, de manera diferente, con la reflexión del hecho pictórico de Richter, y toma los pinceles para "reconstruir" la retórica de la pintura, a la luz tamizada de colores voluntariamente opacos.

Diego Linares manipula el cuerpo femenino negro, lo trabaja como signo en su doble referente de fetiche popular y su uso mediático.

A través de su obra intenta mostrar ese desencuentro con lo real.

Repite una imagen dos, tres veces, siempre la misma pero diferentes, cada una ha sido “hecha individualmente, siempre en la búsqueda de la belleza”.

Desde el centro de Panamá sus obras van en distintas direcciones (Europa, EE.UU) pero el camino del artista continúa hacia su siguiente obra.

""... El amor es depositarse en los ojos del otro y verse reflejado" Diego Linares.