El joven artista plástico expone sus trabajos en el Museo Navarro. Arte nacional. El joven artista plástico Diego Linares del Gesso que está exhibiendo sus obras en el Museo Timoteo Navarro.

Tiene 26 años. Es hijo del destacado pintor Ezequiel Linares y está casado con la talentosa Katja Alemann, con quien tiene dos hijos. Una buena parte de su vida transcurrió en Madrid. Allí no sólo expuso sus trabajos, sino que también incursionó en el grabado, la fotografía, la cerámica y el diseño de modas.

¿Y cómo resultó la experiencia madrileña? “Viví el gueto latinoamericano que siempre es horrible porque no somos solidarios. Se vivía hablando pestes del país, pero cuando tuvieron que volver se prendieron en todo. Yo no quiero sacarle sino ponerle tripas al país. No sé por qué nos estamos boicoteando siempre. Hoy más que nunca creo en este país: estoy harto de ser negativo. Hay que darle tiempo a la Argentina. Los españoles están muy bien porque perdieron el ridículo”.

Linares del Gesso apuesta su entusiasmo y energía a que “la verdadera pintura argentina sea la que nos exprese. Yo no me siento representado por Marta Minujin o Glugsberg. Mi idea pasa por todos los jóvenes artistas del país que estén de acuerdo con un proyecto nacional. Por eso más que ir al exterior, me interesa más que mi obra sea vista en el interior”.

Vigor imaginativo

De sus obras ha dicho el critico Aldo Galli: “desde el mundo de la historia hasta el mundo fantástico de una realidad mágica, todo incide en su voluntad de reflejar lo propio. No quedan dudas de su empuje, de su vigor imaginativo, de su espíritu sano y original, aun a costa de algún desmano que sólo tiende a destacar su ímpetu”.

De la charla surge el sentimiento de echar raíces hondas en nuestra tierra. “Retomo de mi viejo -afirma Linares- ese haberse quedado. Hay que quedarse para formar gente: necesitamos tipos que se queden, no que se vayan. En Buenos Aires voy a poner una escuela para hablarle a la gente de las cosas nacionales, latinoamericanas”.